Análisis. Mad Max

Normalmente los juegos basados en películas o series no suelen tener fortuna en el mundo de los videojuegos, ya sea por un escaso mimo a la hora de desarrollar el proyecto o porque el juego nada tiene que ver con lo visto en la gran pantalla.

Por eso y antes de comenzar con el análisis de Mad Max, queremos aclarar que no se trata de una adaptación exacta de la nueva película ni de las anteriores de los años ochenta. No os asustéis, ya que el juego sí está ambientado en el mismo universo postapocalíptico. Max busca paz después de perder a su familia encontrándose en un eterno viaje en busca de las Llanuras del Silencio, un lugar aparentemente inalcanzable donde conseguirá la redención. En su camino se interpondrá el villano Scabrous Scrotus, hijo de Inmortan Joe y jefe militar de Gastown, cuyos soldados controlan el páramo, quedando sólo unos pocos asentamientos que oponen resistencia ante su milicia. Nuestro protagonista perderá su vehículo a manos de los War Boys, viéndose por tanto en la necesidad de recuperarlo. A lo largo de la aventura conocerá a Chumbucket, un mecánico que ve a Max como el profeta de su religión basada en automóviles. Juntos se dedicarán a construir el Magnum Opus, el coche legendario que finalmente llevará a Max a las Llanuras del Silencio. Sin embargo, la historia pese a que resulta interesante, en la mayor parte del juego resultará irrelevante para avanzar y lograr progresos.

Mad Max, desarrollado por Avalanche Studios, saca provecho de los últimos proyectos de WB Games, ofreciendo un mapa de grandes dimensiones y sobretodo un gran número de misiones principales complementadas con unas notables misiones secundarias que ampliarán las horas de juego. Pero como hemos mencionado anteriormente, la historia importa muy poco. La dinámica del juego se resume en conseguir chatarra para comprar cosas nuevas. Nuestro coche será totalmente personalizable, con muchas opciones y características que determinarán el estilo de vehículo que queremos, es decir, si más rápido o más fuerte. Todo ello se paga con la chatarra, así que se podría decir que es la moneda del juego. Empezaremos con un Magnum Opus bastante limitado y con pocas armas de ataque y defensa. Será un suicidio enfrentarnos a un convoy lleno de máquinas de guerra en las primeras horas de juego. Podremos equipar nuestro coche con arpones, picos, lanzallamas, alerones y lanzas explosivas, todo a través del uso de chatarra.

El bueno de Max también mejorará sus habilidades personales pagando con chatarra, teniendo que conquistar zonas del mapa acabando con los enemigos y así tener vía libre para recolectar la tan preciada chatarra. No somos pesados, la chatarra lo es todo en Mad Max.

Tampoco os desesperéis demasiado al principio por la escasa chatarra que encontraréis. Durante las primeras horas, aunque no lo parezca, en Mad Max todo se centra en el grinding. Tendremos que preocuparnos en explorar cada detalle del escenario para encontrar las cantidades mínimas que nos permitan poder adquirir los primeros elementos básicos necesarios para lograr nuestra supervivencia. A partir de ese momento, nuestro principal objetivo será derrotar los campamentos enemigos que se encuentran distribuidos por todo el mapa, eliminando a unos cuantos oponentes, haciendo explotar ciertas estructuras y por último enfrentarnos a un jefe final.

Una vez derrota el jefe correspondiente, bajará el nivel de amenaza de dicha región, tomando el control los aliados y procediendo a reconstruir todo el campamento. Tras esto, comenzarán los envíos regulares de chatarra que recibiremos con alivio y gastaremos en lo que más nos convenga en ese momento. En un principio nos parecerá poquisimo la cantidad que nos llega, pero pasadas unas 12 horas de juego, nos olvidaremos de la tediosa tarea de recolectar chatarra ya que tendremos asentamientos suficientes que nos proporcionarán la suficiente para centrarnos en otras tareas, como avanzar en las misiones de la campaña, eliminar convoys, puestos de vigilancia o desbloquear nuevas actividades subiendo con globos aerostáticos. Con estos globos podremos subir a una altura considerable y desbloquear actividades cercanas en el mapa y también viajar rápidamente hacia esa zona. Seguramente os recuerden a las atalayas de la saga Assassin´s Creed.

Ahora pasemos al que creemos que es el principal punto negativo de Mad Max. El juego nos da la sensación de sumar actividades repartidas a lo largo del mapa con el único fin de mantener al usuario ocupado y que no apague la consola, sin sentirse como una aventura fluida. En ciertas ocasiones nos sentiremos abrumados por la cantidad de actividades marcadas en el mapa, no dando a basto en completarlas todas sin echar cientos de horas.

Pero tranquilos que Mad Max cumple perfectamente con todos los elementos ya vistos en otros juegos de mundo abierto, como por ejemplo un estilo de combate parecido al de Batman Arkham, que pese a no ser tan preciso como el de éste, cumple y funciona bien. Respecto a la personalización del coche sólo podemos decir que tendremos una gran cantidad de piezas y diseños disponibles para comprar. La estética y el diseño de Mad Max está a la altura, cumpliendo notablemente y respetando tan popular licencia. Otra de la bondades de Mad Max son las mecánicas y las animaciones, muy buenas y están perfectamente pulidas.

Mad Max es espectacular gráficamente. Visualmente todo nos recordará a la última entrega estrenada en la gran pantalla, lo que realmente ayuda a que la experiencia sea todavía más inmersiva. Uno de los aspectos que más nos han gustado ha sido el sistema de clima que genera tormentas espectaculares a lo largo del juego. El apartado sonoro tampoco se queda atrás, ya que pese no disponer de una banda sonora que sea memorable, los sonidos ingame son muy buenos y están cuidados.

Como suele ser costumbre, muchos de vosotros preguntáis la duración que nos ha llevado completar Mad Max. Pues bien, en las misiones principales hemos echado unas 30 horas, así que imaginad la cantidad de tiempo que nos llevará completar también todas las secundarias.

Mad Max es una sublime experiencia para los fans del universo post apocalíptico, siendo en su conjunto un juego muy interesante para los amantes de los sandbox. Una compra más que recomendada y que tal vez muchos de vosotros hayáis pasado por alto debido a la gran cantidad de lanzamientos de renombre producidos en el mes de septiembre.

 

Carlos Moio
Carlos Moio
Redactor de ZW, apasionado de las tecnologías, lo retro, consolas y gadgets. Llevo jugando desde que tengo uso de razón. Aprendiendo a diario.

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