
Microsoft ha anunciado durante su conferencia de la gamescom celebrada en Colonia, Alemania, que Xbox One recibirá Windows 10 en noviembre con todo lo que ello conlleva. Además se ha revelado que DirectX 12 estará presente en la consola, encontrándose actualmente más de 100 estudios trabajando en títulos que aprovechen las nueva APIs.
Pero también se aprovechó la ocasión para informar que junto a esta nueva actualización del sistema de la consola, la retrocompatibilidad llegará para el gran público, otro gran aliciente para adquirir una Xbox One si poseemos juegos de Xbox 360, ya que serán totalmente compatibles.
Los planes de los de Redmond con Windows 10 son claros, quieren crear un ecosistema fuerte con todos los dispositivos con esta versión de Windows ejecutando las llamadas aplicaciones universales, las cuales funcionarán en cualquier dispositivo con Windows 10 sin necesidad de modificar el código.
Así que nada amigos, en un poco más de tres meses tendremos el nuevo sistema operativo de Microsoft en nuestra Xbox One. ¿Tenéis ganas?.