Llegan días de regalos y por qué no decirlo, de darnos algunos caprichos. Uno de los productos tecnológicos estrella en estas fechas son las consolas. Muchos amigos y familiares no paran de preguntarme sobre qué plataforma comprar por miedo a equivocarse. Siempre contesto lo mismo, “no te vas a equivocar con ninguna, tranquilo” pero como os imagináis eso no basta. Siempre piden que me moje y recomiende una de las dos consolas estrella estas navidades.
Escribo este artículo para vosotros, para aquellos que tenéis dudas y espero sinceramente que os ayude mi experiencia durante este primer año.
Mis consolas están situadas en el punto más importante del ocio en casa, el salón. Xbox One es más que una consola desde el día que se anunció y por ello no la uso únicamente para jugar. Utilizo aplicaciones como Skype para hablar con familiares y amigos que están lejos (y no tan lejos) y gracias a su entrada HDMI IN tengo conectado el receptor iPlus de la plataforma de televisión Canal +.
Mencionar que mi versión de One es la que incluía Kinect, siendo una gozada el llegar a casa y con el comando de voz “Xbox Encender” la consola cobra vida y directamente me lleva al canal de televisión encendiendo mi TV y equipo de sonido. Sólo tengo que preocuparme de ponerme las zapatillas de andar por casa y acoplarme en mi lado favorito del sofá mientras reviso la programación con One Guide. Una gozada señores.
Si mientras estoy jugando a Forza Horizon 2 no me quiero perder el nuevo capítulo de mi serie favorita únicamente tengo que decir “Xbox Acoplar” y seleccionar la aplicación TV. Simple y efectivo.

Microsoft ha puesto un gran énfasis en el aspecto social de la consola. Puedes publicar clips de vídeo, revisar los de tus amigos y comparar logros con un simple vistazo. Una de las cosas que me encanta de Xbox One, el componente social. De diez.
También decidí confiar en la nueva máquina de Microsoft por “el servicio online por excelencia en consolas”. Bajo mi punto de vista es imbatible. Debido a sus servidores dedicados el servicio muestra una estabilidad inmejorable, con prácticamente ningún corte por mantenimiento ni caídas temporales. Los jugadores como yo que disfruto la mayor parte de mi tiempo con partidas online buscan la mejor opción y Xbox Live la es. En la anterior generación pagaba ya por este servicio así que no veo en esto un problema y más teniendo en cuenta que ahora Sony también cobra por el servicio online en PS4.
Siguiendo con la interacción usuario-consola trataré el tema del mando. Microsoft todavía no le ha puesto un nombre específico al principal periférico de One, llamándolo simplemente control. Pese a que el aspecto sigue una perfecta línea continuista al ya de por sí excelente mando de Xbox 360, el nuevo control de Xbox One ofrece más de 40 nuevas características. El Mando de Xbox One trabaja con cuatro motores de vibración, lo que ofrece a los usuarios una jugabilidad más intensa y profunda y que permite disfrutar de experiencias inmersivas como explosiones o choques.
Además, se han mejorado los sticks añadiendo máxima precisión y confort. Son más pequeños y cuentan con una textura estriada que evitan resbalones. La nueva cruceta también alcanza una mayor precisión y capacidad de respuesta. Su forma en cruz facilita los movimientos y las combinaciones, algo determinante si eres fan de los juegos de lucha o ciertos deportes.
Los botones A, B, X e Y siguen una línea similar al anterior modelo y su diseño transmite la sensación de que están suspendidos en una tercera dimensión. También se ha modificado el tamaño y situación del botón de Xbox, para dar mayor visibilidad a los botones de menú.Start y Back se han convertido en View y Menu.
Desde el primer momento se nota la comodidad del diseño del mando, adaptándose perfectamente a nuestra mano. No puedo finalizar este apartado sin mencionar los gatillos traseros. Los botones se ajustan de forma natural a los dedos y los gatillos requieren un gesto ligero, de modo que accionarlo de forma repetida sea una acción más sencilla y efectiva.
Tras un año con la consola en el mercado puedo decir sin equivocarme que dispone de unos exclusivos de gran calidad. Forza 5, Ryse, Dead Rising 3, Forza Horizon 2, Titanfall y Sunset Overdrive son motivos más que suficientes para escoger Xbox One. Puede que os parezca increíble pero tengo que mencionarlo: también salen los FIFA, Call of Duty y GTA, en mi entorno me he dado con casos de gente que se cree que son juegos de PlayStation. En serio amigos.
El otro día, tal y como mencioné en Twitter, tuve que desmentir en cierta tienda a nivel nacional muchos de los bulos que todavía circulan alrededor de Xbox One. Por suerte mis razones y explicaciones dieron resultado y salimos por la puerta con 2 consolas bajo el brazo. Hay usuarios que aparte de querer jugar con su consola buscan algo más. ¿Puedo ver MKV? Sí. ¿Puedo grabar mis momentos epicos? Sí claro. ¿Ver el partido del Madrid mientras juego una carrerita y volver a la TV si pasa algo interesante?. Lo vas pillando… ¿Los juegos son peores en Xbox One? No amigo mío. Esa fue parte de mi conversación. A día de hoy de vez en cuando recibo un Whatsapp agradeciendo la elección. Yo no hice nada amigo, solo te expliqué lo que la consola ofrece. Y aquí es dónde tal vez exista más desinformación. Mi familia y amigos me consideran entendido por conocer estos detalles, pero nada fuera de lo normal. Es algo que el producto en sí debería explicar por sí mismo. No sé si me explico. Microsoft debería de enfatizar más, ya sea con anuncios en TV por ejemplo, lo que su consola es capaz de realizar por sí misma gracias a las excelentes actualizaciones mensuales que se van publicando gracias al feedback recibido de los usuarios.

Otro aspecto que me ha llamado la atención es que tras un año de uso prácticamente a diario, la consola sigue siendo igual de silenciosa que al principio y sin apenas calentarse. Aquí se ve el especial ciudado que Microsoft ha puesto en Xbox One para evitar errores pasados con ciertas unidades de Xbox 360. El diseño ha sido pensado para la circulación del aire y la disipación del calor y tampoco soy de los que se queja del aparatoso tamaño de la fuente de alimentación de la consola, tengo todos los cables por detrás del mueble así que no hay problema con esto.
He dejado para lo último los detalles que me ilusionan de cara al futuro. Me refiero al tema de la Nube, DirectX 12 y a la integración con Windows 10. Mucho se ha hablado del tema de la nube, pues bien, según los de Redmond, gracias a los 300.000 servidores dedicados Xbox One podrá mejorar su rendimiento gráfico y capacidad de procesamiento, liberando recursos físicos de la consola que podrán usarse para otras cosas. En segundo lugar en mi ranking de hype se encuentra DirectX12. Gracias a esta colección de APIs que facilitarán el desarrollo de juegos en la plataforma Windows y que será compatible con One, los programadores podrán “portear un juego de PC a la consola de forma sencilla aproximadamente en un par de días”. Se mejorarán texturas, efectos de luz y se alcanzarán los 1080p sin ningún problema gracias a estas nuevas librerías. Bajo mi punto de vista se trata de un avance que puede inclinar la balanza en esta nueva generación, por eso tengo ganas de ver ya títulos que usen DX12.
Como guinda del pastel tenemos la integración de aplicaciones del nuevo sistema operativo Windows 10. Durante el próximo mes de enero, Microsoft realizará un evento donde seguramente también aparezca Xbox One y su nueva interfaz del dashboard. Los de Redmond quieren unificar todos sus dispositivos con el sistema operativo Windows 10, lo que conlleva a una serie de aplicaciones universales que serán compatibles con PC, tablets, móviles y Xbox One, por lo que la consola podría dar un enorme salto a la hora de ampliar sus funcionalidades en tan sólo unos meses. Tremendo.
Espero sinceramente que este artículo ayude a los indecisos y sobre todo muestre el verdadero potencial que Xbox One tiene en mi día a día.









Las ventas poco a poco se van a equiparar y finalmente venderan lo mismo. Los pesos pesados y DX12 tienen que llegar y sin esto han vendido 10 millones en su primer año.