
Gamefest estrenó este año nuevo pabellón con más metros cuadrados que han dado como resultado una mayor asistencia y más interés por parte de las compañías distribuidoras de videojuegos en nuestro país.
El sábado, día de mayor asistencia, más de 4.000 personas esperaban en la cola a la apertura de las puertas de la feria, algunas incluso desde las 8 de la mañana.
La asistencia a la feria es de lo más variado: la franja de edad 15-30 es sin duda la más habitual, pero también se registran muchas visitas de público infantil, acompañado de sus padres, y visitantes entre 35 y 50 años, muchos de ellos atraídos por las exposiciones y conferencias sobre videojuegos y consolas de la década de los 70, 80 y 90, que apelaban a la nostalgia de tiempos pasados y a más de uno hicieron recordar las horas empleadas en jugar con los ordenadores Amstrand o Spectrum.
Sobre la procedencia de los visitantes, habría que destacar que el 40% del público viene de fuera de Madrid y se ha trasladado a la capital para asistir a la feria durante este fin de semana.
Todavía se está lejos de ferias como el E3 o la Gamescom, pero la segunda edición ha logrado batir todos los récords con una asistencia prevista de 60.000 personas.