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Análisis. Medal of Honor: Warfighter

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Análisis. Medal of Honor: Warfighter

Electronics Arts vuelve a dar lo mejor de sí mismo en gráficos, esta vez trabajados sobre Medal Of Honor obteniendo un buen resultado y buenas críticas de los usuarios, que ven como va comiendo terreno a Call Of Duty. En este caso se ha realizado un mejor tratamientos con respecto al título Medal Of Honor del año 2010 en la mejora de la iluminación de los escenarios y la combinación de claros y oscuros que priman a este juego de un apartado gráfico muy realista y adaptado a la actualidad de los videojuegos.

La mejora y parecido de texturas tuvieron su boom en la actual generación, ahora los videojuegos se centran en el desarrollo de la iluminación como elemento realista que dota al videojuego un mayor carácter frente a otros títulos, tanto anteriores como actuales. Elementos como los disparos y las columnas de humo mejoran bastante respecto a otros juegos que basan la mayor parte de sus esfuerzos en la mejora de la jugabilidad, acpecto ya bastante parecido entre unos juegos y otros eludiendo que el interés de gran parte del público se centra en una mayor calidad gráfica y parecido a la realidad, es decir, el acercamiento y presión hacia la próxima generación de videoconsolas.

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Los personajes tienen dos vertientes gráficas en el juego, una buena y otra mala. ¿La buena? En las escenas cinemáticas la perfección de los personajes que tal que en un principio puede hacernos dudar de que sean individuos virtuales o personajes reales. Sin embargo a la hora de juegar en campaña las cosas cambian, sí, están bien hechos y sus movimientos se corresponden con los de personas en la realidad, pero sus caras son un poco irreales a diferencia de otros juegos como Call Of Duty o juegos que se centran más en este tipo de detalles.

Buen apartado el sonoro con varios elementos a comentar, empezaremos por la banda sonora de la cual no hay mucho que resaltar, no es característica y responde igual que la mayoría de bandas sonoras de otros juegos bélicos, las cuales no tienen una melodía característica exceptuando las que te ponen en el menú que por activa o por pasiva acabará metiéndosenos en la cabeza.

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Por otro lado hablamos del sonido ambiente como un segmento positivo del videojuego. Aumenta el realismo de los disparos, de los pasos y de las voces de fondo que dependiendo del escenario tomará una tonalidad u otra, es decir, en espacios cerrados es bastante distinto el sonido de estos elementos que en sitios cerrados, donde se produce eco. Los disparos como antes hemos comentados, hacen que crezca la sensación de disparo de tal manera que supera a otros shooter’s a la hora de disparar, no decimos que aumenta la jugabilidad sino la sensación.

¿Y el doblaje? Muy real, tanto que incluso parece que vemos una película en vez de un videojuego. Totalmente en castellano ofrece un lenguaje claro lejos de términos ambiguos o complicados que nos hagan perdernos entre tanto vocabulario bélico.

Cuando hablamos de un shooter sabemos de que se trata, de un juego de disparos y acción en primera persona, bien, Medal of Honor aprueba con un suficiente en jugabilidad como shooter. Si comparamos este videojuego con otros del mismo género la comodidad se reduce respecto al manejo del arma, el movimiento y el lanzamiento de granadas. No notamos la confortabilidad ni la cercanía de otros títulos y es que esta es una de las cosas más importantes ya que es algo constante y tan primordial que los gráficos quedan en segundo plano si lo que uno busca es mayor diversión que espectacularidad.

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Aunque la jugabilidad no es la que pensábamos podemos pasarnos con tranquilidad el juego aunque nos desquiciemos un poco con nuestros enemigos, desquiciarnos porque les metemos diez tiros al cuerpo y aun así no solo les cuesta morir, si no que a los segundos se recuperan como si no les hubiera pasado nada. Les tendremos que dispara en la cabeza a nuestros rivales si no queremos acabar con ellos dejándonos el cargador disparando a su torso. Existen juegos en los que los atacantes se muestran heridos mientras siguen disparados tras ser atacados, sin embargo en este juego se muestran doloridos pero por arte de magia vuelven a recuperarse y a actuar como si nada. La IA decepciona por cosas como las ya comentadas o por su monotonía y poca “inteligencia” de movimientos, deja mucho que desear en este apartado.

Los disparos, elementos más que fundamentales del videojuego, parecen algo débiles aunque reales, tanto que el arma puede disparar todo lo que haya alrededor de nuestro enemigo sin que le alcancemos ninguna vez, excesivo en ocasiones siendo los rivales expertos tiradores, pudiéndote sorprender con una metralleta desde 200 metros, haciéndote daño y e incluso matarle, por cosas como estas luego agarramos el mando y lo tiramos contra la pared.

Bien, relajémonos un poco, si los enemigos están agrupados… ¿Qué mejor que lanzarles una granada? Pues bien, a diferencia de otros juegos calculamos la distancia a la que tiramos la granada y no solo la mandamos más lejos de lo que queremos sino que nuestro soldado es experto lanzador de peso, demostrando que ha participado en los Juegos Olímpicos y es capaz de mandar la granada a distancias muy lejanas, algo en vano ya que los enemigos siempre escaparán de ella. Hablando de granadas mencionamos la ausencia de granadas tácticas que nos faciliten el trabajo, únicamente cuando hacemos incursiones.

Ahí quería llegar, a las incursiones, nuestro compañero abre la puerta y a cámara lenta entramos en una sala de la que es imposible escapar vivo a la primera matando a todos los que haya porque si sobrevive un enemigo tendremos que tener muchísima maña para hacernos con el y matarle. Bien, si jugamos en normal o en difícil (si estás leyendo un análisis no creo que juegues en nivel fácil, eso espero) la primera vez que entramos en una sala y nos encontramos a los insurgentes a cámara lenta será para ver donde están situados e intentar disparar y matarlos, las siguientes incursiones serán ya para acabar con ellos porque sabemos donde están situados.

Respecto al movimiento podemos decir que es bueno, sin embargo a la hora de correr la pantalla adquiere un matiz en el que varía el espacio de visión y nos dificulta saber si tenemos enemigos a nuestros laterales al dar una espectacular innecesaria que resta jugabilidad y que además nos entorpece. Si bien cuando andamos nos encontramos bastante cómodos y aunque es un pequeño detalle, en esta ocasión, nuestros personajes tienen piernas, echamos la vista abajo y vemos que tenemos extremidades, cosa de la que en otros juegos carecemos y somos seres que levitan.

También nos pondremos a manos de un volante, algo que tendremos que agarrar en más de una ocasión en este juego ya que realizaremos persecuciones o escapadas. No es muy complicado llevar un coche en este juego y la verdad es que el personaje utiliza una brusquedad que le da más intensidad y sabor a la conducción, aunque con muchas ayudas en dirección los únicos botones que utilizaremos serán el joystick izquierdo y el botón para acelerar ya que frenar con que soltemos el acelerador nos basta. Bastante interesante aunque a veces se nos haga un poco pesado, sobre todo si nos chocamos contra otros coches dando una sensación de accidente sí, pero totalmente innecesaria ya que esos segundos perdidos no supondrán un empeoramiento significativo del coche ni nada, simplemente algo que sobra y que se soluciona con un choque normal como se han tenido en otros juegos de coches.

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Respecto al multijugador es bastante extraño, existen varias patrullas divididas en dos grupos, los cuales tienen que acabar entre ellos. Hay que colocar cargas explosivas y tomar ciertas zonas en los distintos modos que hay. Está bien aunque deja un poco que desear.

Los sentimientos entran en juego, la guerra se convierte en algo más que disparos, es el caso de Peacher, un soldado de la patrulla Tier 1 que continúa los hechos del juego Medal Of Honor del año 2010. Nuestro personaje se sumerge en lugares hostiles como Afganistán, Bosnia y otros países conflictivos en busca del P.E.T.N, un compuesto que se utiliza para la elaboración de explosivos. En el juego no solo hablan de los atentados del 11 M ocurridos en 2004 en Madrid sino que el protagonista sufre las explosiones en la estación de Atocha y es ingresado en un hospital de la capital española. Aquí se encuentra el aparato polémico del videojuego al incluir un hecho como fueron los atentados del 11 de marzo que aterrorizaron a todo el planeta y especialmente a Madrid

Entre campañas y campañas veremos escenas cinemáticas en las que se muestran no solo las tácticas a seguir ni los lugares a los que tendremos que ir sino que veremos escenas familiares en las que los sentimientos entran en juego, haciendo al protagonista un personaje más emocional y cercano haciéndonos ver los resultados de la guerra y los estragos que causa sentimentalmente a los que la padecen.

Sin embargo este argumento ya cansa. Matar árabes se convierte en algo pesado y muy monótono, siempre es el sitio en el que los shooter’s modernos acaban, matando talibanes. Y no es que no nos guste matar talibanes pero preferimos un poco de variedad ya que el mundo es muy grande y hay muchísimos sitios a los que ir a disparar enemigos. Medal Of Honor (2010) incluyó la Operación Anaconda, misión para acabar con Al-Qaeda, y este título vuelve a lo mismo en gran parte del videojuego. También viajaremos a Bosnia y a la India, pero siempre detrás de terroristas islámicos, parece que Estados Unidos quiere seguir tirando del hilo y ve que su nación sigue teniendo atracción en acabar con los terroristas islámicos, pues nada, pero esto ya cansa un poco.

Primero, la calidad gráfica es bastante buena aunque con fallos que nos entorpecen un poco y nos cortan el rollo con objetos que desaparecen o partes cortadas. Respecto al sonido en voces y efectos es muy bueno aunque con una banda sonora no muy relevante. En jugabilidad hay mucho trabajo por delante y muchas fuerzas que concentrar en algo tan importante como la cercanía con el jugador al otro lado de la pantalla. El argumento no es otra cosa que estirar el chicle aun más con nuestros más que conocidos enemigos, los terroristas de Al-Qaeda, cosa más que cargante que hace que nos conozcamos Afganistán ya como la palma de nuestra mano (si sueles jugar a shooter’s).

En definitiva, un buen videojuego que puede dar algo de guerra a Call Of Duty Black Ops 2 y presionar al videojuego de Activision para mejorar aun más la calidad gráfica.

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