
Microsoft ha anunciado que durante el pasado mes de junio han logrado que las ventas de Xbox One se incrementen en más del doble con respecto a mayo, es sí, sin revelar números exactos y refiriéndose sólo al mercado de Estados Unidos.
El principal motivo de este crecimiento a lo que a ventas se refiere tiene un claro culpable, Kinect. Desde que se anunciará allá por el mes de mayo que la consola se pondría a la venta sin el polémico periférico, las reservas y el interés por parte de los usuarios no ha hecho nada más que aumentar. Gracias a esto, el precio realmente compite con su rival más directo, PS4, ya que el 9 de junio se puso a la venta Xbox One sin Kinect por 399 euros.
No podemos negar que se trata de una gran noticia para Microsoft, que poco a poco va recuperando terreno perdido aunque le queda bastante para igualar en ventas a PlayStation 4, la consola con mayor aceptación por parte de los usuarios desde su lanzamiento.