Un grupo formado por investigadores de las universidades de Penn State y Duke, en colaboración con un grupo de ingenieros de Intel han descubierto un “agujero” en las aplicaciones descargadas desde Android Market.
Por ese agujerito se filtrarían, sin nuestro consentimiento (ya que al descargar las aplicaciones no se nos informa de ello), numerosos datos sensibles, tales como nuestros números de teléfono (si, los de esos smartphones tan estilosos que corren el sistema operativo de marras) e incluso nuestra posición marcada por el GPS. Toda esa información llegaría a compañías de publicidad como AdMob (especializada en el sector de la telefonía móvil) y nos inundaría de spam.