
Sin mucho ruido pero con las ideas claras y un resultado tremendamente explosivo. Así podría definirse la sensación que ha dejado entre la comunidad gamer la irrupción de The Incredible Adventures of Van Helsing, un juego de rol de acción (ARPG) creado de la mano de la joven compañía húngara NeoCore Games que supone un soplo de aire fresco en el tan explotado género en el que Diablo 3 se ha convertido en su mayor exponente.
Y precisamente de éste videojuego de Blizzard bebe Van Helsing. Sus patrones de funcionamiento son similares: ir eliminando enemigos para encontrar mejor equipamiento con el que hacer más poderoso a nuestro personaje mientras la historia discurre de una forma más o menos pausada aunque poco original. La diferencia más significativa es que este héroe apocalíptico ofrece mucho más de lo que en principio se le presupone a un videojuego de bajo coste (no supera los 10 euros en la plataforma Steam) de una compañía poco conocida en cuyo haber está el desarrollo del videojuego King Arthur.
Pero vayamos por partes. El principal atractivo con el que cuenta esta producción es la de poder encarnar al profesor Van Helsing, todo un icono de las últimas décadas que ha tenido protagonismo en libros, películas y ciertos videojuegos de vampiros pero que hasta el momento no tenía un papel protagonista. Ahora, de la mano de NeoCore Games, el cazador de vampiros y bestias inmundas tendrá que resolver las extrañas muertes que tienen lugar en Borgovia debido a los experimentos con animales y máquinas que realiza un científico loco. Un argumento no muy original pero que ambientado en el siglo XVIII y sus aires góticos con hombres lobos y bestias de todos los tamaños y formas engancha y mucho.
En esta aventura nos acompañará una mujer fantasma, Lady Katarina, con la que se rompe la soledad del héroe y añade un plus de diversión debido a sus irónicas y divertidas conversaciones con Van Helsing y porque su compañía ofrece nuevas mecánicas de juego al poder configurar si queremos que nos apoye en ataques cuerpo a cuerpo, a distancia, si recoge objetos, etc. Todo ello se puede personalizar con una interfaz sencilla. Además, Lady Katarina también cuenta con sus propias habilidades y mejoras pasivas que beneficiarán a nuestro héroe mejorando así la experiencia de juego y abriendo un amplio abanico de combinaciones con las que afrontar la aventura.
En este sentido, el modo de juego es muy sencillo para los amantes de los arpg. Controlamos a Van Helsing y a medida que vamos eliminando enemigos iremos subiendo nuestra experiencia lo que nos permitirá mejorar todo tipo de habilidades con las que hacer a nuestro héroe más poderoso en el campo de batalla. Una fórmula ya asentada en juegos como Diablo o Titan Quest y que aquí tiene un nuevo episodio, aunque con matices ya que va aún más allá y ofrece algunas de las características que todos los fans del videojuego de Blizzard llevan pidiendo un año desde la salida de Diablo 3: posibilidad de encantar armaduras y armas, mejorar objetos con su uso, mezclar esencias con las que mejorar nuestro equipamiento, personalizar el armamento, poder resetear los puntos en las habilidades para crear nuevas combinaciones de habilidades, etc.
Uno de los hechos destacables de este videojuego es la personalización que podemos llegar a alcanzar con el personaje en cuanto a habilidades. Dependiendo de nuestra forma preferida de jugar podremos convertir a Van Helsing en una máquina de matar cuerpo a cuerpo blandiendo todo tipo de espadas a una o dos manos, convertirlo en un certero tirador con escopetas y pistolas de mano, o por último, en un hechizero que domina el fuego, el frío y el veneno. Todo ello se configura a través del típico ramal de habilidades que van requiriendo más nivel de experiencia para optar a habilidades más poderosas.
Como en la mayoría de juegos de este tipo, el profesor Van Helsing contará con una barra de vida y una de maná, que se gastará a medida que utilicemos las habilidades. Una mecánica simple y muy explotada, pero muy adictiva. Y lo es porque en el momento en el que comenzamos a manejar a Van Helsing nos invadirá esa sensación de querer escudriñar hasta el último metro del mapa en busca de cofres con tesoros con los que mejorar a nuestro héroe y convertirlo en una verdadera máquina de matar.
En el apartado tecnológico, el juego cuenta con un notable acabado gráfico. No llega a la altura de videojuegos como Diablo 3 (tampoco es su intención y menos si se compara con el presupuesto de ambos) pero es bastante realista en el uso de partículas, reflejos del agua y texturas. Para los interesados en su rendimiento, en el PC de pruebas (i5 3570K@4600mhz y SLI de GTX670) el juego iba como la seda, como es natural. En PCs más modestos deberá de correr de igual forma ya que está bastante optimizado y a pesar de lucir muy bien no requiere de mucha máquina para hacerlo funcionar con todas las opciones en muy alto.
El sonido también roza el notable. Cuenta con diferentes melodías que van cambiando según la situación en la que nos encontremos (exploración o acción) y los diálogos están muy conseguidos, eso sí, en perfecto inglés. El juego sólo está traducido al español en textos y menús por lo que aquellos que no dominen mucho la lengua de Shakespeare no tendrán ningún problema en seguir la trama y el funcionamiento del videojuego al estar completamente traducido. Eso sí, hay que ponerle un pero. Hay ciertas líneas de texto y objetos, que siguen en inglés y que no han sido traducidos. Suponemos que NeoCore Games lo hará con la salida de un parche en breves fechas.
Acabar la historia de Van Helsing supone unas 10-13 horas dependiendo de si realizamos todas las misiones secundarias o solo nos centramos en la historia principal. No es excesivamente largo y como gran hándicap no permite volver a rejugarlo ya que aquellos escenarios que hemos visitado no volverán a estar poblados de bestias inmundas por lo que una vez acabado no tiene sentido volver a visitar las lagunas, bosques oscuros, ciudades fantasmas, cloacas y castillos a no ser que queramos deleitarnos con su belleza y acabado gráfico (muy notable).
A modo de conclusión es un juego muy notable, que si bien no llega al nivel de grandes del sector como Diablo 3 o Titan Quest, sí ofrece una aventura cargada de acción que todo buen amante de los ARPG no debería de dejar pasar pero que a su vez no innova en ningún concepto que lo haga diferente al resto, algo que lastra su valoración final. Su bajo coste es todo un aliciente para dejarse llevar y encarnar a un personaje poco explotado en este mundillo y que ha encontrado en el videojuego de NeoCore Games una manera muy notable de presentarse en sociedad y que no defraudará en absoluto.