
Rockstar lo ha vuelto a hacer, ha elaborado otra obra maestra en el género de acción, esta vez con una franquicia en la que el listón estaba realmente alto, una saga iniciada por Remedy. Cogiendo la fórmula clásica de un título de culto como Max Payne, los responsables de otras obras como Red Dead Redemption o Grand Theft Auto, han sabido mantener la esencia que le caracteriza al mismo tiempo que ofrecen innovación sobre todos los elementos del juego.
Pongámonos en situación. El Max que todos conocíamos ha caído en la más profunda de las decadencias, los horrores de su pasado como perder a su familia y amigos ha marcado tanto su vida que ya no le queda nada. Este personaje no tiene ningún aprecio por su vida o por la de los demás y eso le hace mucho más peligroso que antes, tanto para los demás como para sí mismo.
Max Payne 3 nos sitúa con un protagonista al cargo de la seguridad de una familia con mucho poder y a la vez gran cantidad de enemigos. La trama empezará con ataques a esta familia que no serán lo que en un principio parece una simple guerra de “mafiosos”.
Nuestro protagonista hará un recorrido desde las localizaciones más poderosas y adineradas de Brasil hasta las mismísimas favelas en una historia cargada de acción e introspectiva del propio Max y su mentalidad carente de esperanza.
El título como hemos dicho en un primer momento mantiene por completo la esencia de los anteriores, puede que muchos no vean con buenos ojos la pérdida del estilo de cine negro de las primeras entregas que imperaba en cada rincón del escenario, pero el hacerlo mucho más variado ha ganado en riqueza y situaciones a las que se tendrá que enfrentar el propio personaje. Esto no quiere decir que no vayamos a ver nunca esta estética tan característica, ya que en ciertos capítulos manejaremos al Max que todos conocemos y su nocturna ciudad en permanente nevada, en unos flashbacks de lo más esclarecedores.
Otro ejemplo del empeño en mantener la estética son las escenas tipo comic, es cierto que en esta tercera entrega el arte hecho a mano no aparece por ningún lado, pero en los momentos en los que nos relatan la historia son constantes las palabras de los personajes escritas en letreros en la pantalla como si de bocadillos de diálogo se tratase o partir la escena en varios cuadros como si fueran viñetas.
El nivel técnico del título es realmente sobresaliente. Uno de los mayores retos para Rockstar en este proyecto eran sin duda las animaciones de Max, recordemos que es un personaje de lo más versátil ya que corre, anda, dispara y lo que más problemas dio en el pasado, salta. A pesar de la dificultad, se mantienen todas las animaciones del personaje con unas físicas mejoradas hasta el extremo y con ciertos detalles que nos han dejado con la boca abierta, uno ellos relacionado con el salto con disparo. Si Max se lanza saltando sin mirar hacia dónde va puede que terminemos empotrándonos contra algún elemento del escenario, no como en anteriores entregas que sólo descendíamos “resbalando” por la pared.
Otro detalle a comentar en el marco de las animaciones es un detalle muy “fan service” por parte de Rockstar Games y es que en los momentos en los que manejemos a Max Payne en los flashbacks, recordemos que tiene el aspecto de los anteriores, la forma de saltar es realmente parecida a los juegos de Remedy con las piernas mucho más abiertas y exageradas.
Si centramos nuestra vista en los escenarios veremos que tienen un diseño realmente exquisito, siempre en favor de ofrecer escenas de lo más impresionantes y cargadas de acción, con elementos que podremos utilizar de coberturas o apoyarnos sobre ellos para saltar… además de cargados de detalles rendidos ante la experiencia de juego. Hemos de resaltar en este apartado que la variedad de los escenarios es bastante grande, algo que romperá con cualquier monotonía que podría dar los anteriores ambientes de Max Payne.
En el apartado sonoro no encontramos menos trabajo que en la sección anteriormente expuesta, Max Payne tiene un repertorio de temas realmente impresionante, con músicas que acompañan a la perfección cualquier escena o momento del juego cargado de acción, tensión o dramatismo, se adaptan completamente a lo que vemos en pantalla.
El doblaje inglés del juego es realmente especial y como en cualquier juego de Rockstar Games, muy difícil de doblar por la diversidad de modismos o lenguajes. A pesar de esto creemos que hubiera sido un acierto el ofrecer esta opción dado que en ocasiones no podemos disfrutar por completo de la escenografía de acción por tener que leer subtítulos, algo que se ve acrecentado dado el diminuto tamaño que los creadores del juego han decidido imponer en estos.
Como hemos comentado anteriormente, Max Payne es un personaje de lo más variado por su gran cantidad de acciones algo en lo que han estado trabajando para que a la hora de manejarse no sea algo demasiado complejo y no se deje disfrutar. Max Payne 3 tiene un control muy asequible y una curva de dificultad muy bien establecida, puede que la toma de contacto sea algo complicada pero no llega a ser frustrante.
La mecánica del título está centrada en el uso inteligente del famoso Bullet Time, la habilidad de ralentizar el tiempo para hacer apuntados más precisos o esquivar balas de los enemigos mientras nos movemos. Gracias a esta habilidad seremos testigos de escenas de acción cargadas de adrenalina.
Para evitar que el desarrollo de la historia caiga en la repetición de esta mecánica, los desarrolladores han establecido ciertos momentos con cambios en la jugabilidad que no sólo oxigenan al jugador, sino que nos ofrecen algunas escenas de lo más impresionantes que por supuesto no vamos a desvelaros.
Viendo la experiencia tan positiva en el plano multijugador en títulos como Grand Theft Auto o Red Dead Redemption, no es de extrañar que Rockstar haya apostado por un modo multijugador para Max Payne 3. Con multitud de modos de juego, realmente divertidos y con un sistema de medallas y recompensas como los grandes de este terreno, ya sea Call of Duty o Gears of War. También comentar que es una auténtica obra de artesanía, ya que se han devanado los sesos en una idea que les permitiera incluir el característico bullet time y que fuera funcional, algo que por raro que parezca, lo han conseguido.
Antes de irnos a las conclusiones finales querría hacer una última parada en un aspecto al que la propia compañía le ha dado mucha importancia, la puesta en escena cinematográfica. Max Payne 3 ha sido uno de los proyectos mejor cuidados en este aspecto desde hace años. Sólo hay que ver cómo no veremos de forma palpable ninguna carga, salvo la inicial, en ningún momento.
En definitiva, Max Payne 3 es un título que se ha hecho con mucho cariño a la saga intentando tener cuidado en ciertas partes sensibles que harían perder la esencia. Rockstar Games ha arriesgado mucho pro ciertas innovaciones y cambios, pero no es algo que reparemos en ello dado el tremendo trabajo en ciertos aspectos como la historia, la ambientación o la puesta en escena completamente cinematográfica.
Si hay algo que tengamos que resaltar de Max Payne 3 es la capacidad para sorprender al jugador. Tras haber superado un nivel y creer que no verás nada tan impresionante como ese final de “fase” el juego volverá a romperte los esquemas para ofrecerte algo diferente pero igual o mejor que lo que habías visto antes. Por lo que nunca paras de estar atento a lo que pasa en la pantalla.




